El documento que precisan los menores de 8 y 10 años para poder tirar petardos y evitar sanción alguna a su padres (las multas pueden llegar a los 300 euros) se puede descargar en la página web de la Conselleria de Gobernación o recoger en el PROP. Sin embargo, y para facilitar el trámite a los usuarios de los cohetes, las tiendas de pirotecnia tendrán formularios en los comercios para que los clientes se los lleven junto con el pedido que realicen.

Y es que el documento tipo emitido por la Conselleria de Gobernación no precisa de ningún sello ni debe presentarse ante ninguna Administración. Se trata, simplemente, de rellenar tres campos con los datos del padre, madre o tutor legal, los del menor y marcar una casilla que indica que la autorización es o para tirar cohetes de categoría I (bombetas, mini petardos o bengalas) o para usar petardos de categoría II (chinos, fuentes o voladores). Y ya está.

Cosa aparte son los carné de Consumidor Reconocido como Experto (CRE), autorización obligada para participar en "cordaes", "passetjaes", "correfocs" o "despertades", que han obtenido 2.000 falleros tras aprobar un curso. Por ello, para tirar petardos o una traca de forma aislada solo hace falta respetar la normativa sobre el uso y compra de material pirotécnico. A excepción de los menores. Ellos sí necesitan la autorización de sus padres, y la forma de hacerlo es mediante el escrito de la Conselleria de Gobernación.

Para facilitar el acceso a la documentación, las tiendas de pirotecnia han decidido realizar copias del documento tipo que autoriza "la disminución de edades de uso de artificios" y ponerlas en el mostrador. Así lo aseguraron ayer empresas como Pyroshopping -con 12 tiendas- o Pirotecnia Recreativa Paiporta, cuyos responsables aseguraron ayer que las restricciones que impone la Unión Europea "no deben perjudicar las ventas ya que se trata de mejorar la seguridad y a nosotros nos beneficia que no haya ningún accidente". Ahora bien, a la hora de aplicar la normativa, las tiendas de pirotecnia instan a la policía local a que se "aplique la lógica" ya que, si es así, "no tiene por qué haber ningún problema para nadie".

Y es que los comercios que venden artificios no atraviesan un buen momento. "Antes de que llegara la crisis económica el 70 % de las ventas se realizaban en marzo y el 30 % el resto del año.

Sin embargo, desde hace años, el 95 % de la venta se realiza en Fallas porque el resto de meses es más rentable cerrar la tienda que mantenerla abierta", aseguró Samuel Albiñana, el propietario e Pyrosopphing, empresa que llevan en el sector 25 años como distribuidor de material pirotécnico y una década vendiendo los productos al público.