El Ayuntamiento de Valencia y, en concreto, la Concejalía de Alumbrado Público que dirige Juan Vicente Jurado, ha instalado unas farolas en Russafa que, si bien no son de las polémicas farolas de bola, que proyectan la luz en todas direcciones, sí son del tipo de fanales que iluminan "hacia arriba produciendo contaminación lumínica". Así lo denunció ayer el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, que criticó que las farolas "incumplen el Real Decreto de eficiencia energética en instalaciones de alumbrado exterior".

El grupo municipal de Compromís explicó que las farolas incumplen el decreto 1.890/2008, del ministerio sobre ahorro y eficiencia energética, ya que estas "dirigen la luz hacia arriba produciendo contaminación lumínica". Ribó añadió que las instalaciones nuevas van también en contra del Reglamento de Eficiencia Energética en Instalaciones de Alumbrado Exterior que prohíbe que las farolas emitan luz hacia arriba y que obliga a que solo la pueden dirigir hacia el suelo.

Ribó explicó que se trata de un caso "grave", ya que se podría obligar al ayuntamiento a retirar esas farolas y a instalar unas nuevas que "sí cumplan la normativa vigente" e incidió en que se crea "un derroche energético".

No es la primera vez que Compromís denuncia la gestión lumínica de la ciudad. Cuando se urbanizó el entorno de las Torres de Serranos o de la plaza de Vinatea, junto a la calle del Hospital y la avenida Barón de Cárcer, Ribó ya denunció que las farolas que decidió instalar el consistorio incumplían la normativa porque, de nuevo, la luz se desparramaba en todas direcciones, reduciendo la eficiencia de la iluminación.

"Demasiada" luz en la ciudad

El portavoz criticó además el número "exagerado" de farolas instaladas y subrayó que el Partido Popular "con actuaciones como estas y tantas otras, dilapida el dinero de todos los valencianos en una situación tan difícil como la actual". Compromís manifestó la "necesidad de un cambio" en la manera de gestionar la ciudad de Valencia, ya que según ellos "el PP está demostrando que es inoperante y tiene la ciudad paralizada". "Ser capital mundial de la contaminación lumínica no es una buena noticia para la ciudad", finalizó. Valencia gasta 133 kilovatios por habitante, casi cuatro veces que cualquier ciudad alemana (35 kilovatios/habitante).

La alcaldesa, Rita Barberá, desveló al comienzo de verano que estaba buscando patrocinadores para poder instalar iluminación exterior en la nueva Marina Real. Hasta la cesión de la dársena a la ciudad, el consorcio Valencia 2007 se había negado a colocar más farolas para no molestar a los usuarios de los amarrados, lo que chocaba frontalmente con el deseo de Barberá de iluminar la marina y el canal.