La Policía Local de Valencia puso en marcha ayer una campaña para «vigilar la situación de los perros que se encuentren dentro del término municipal» de la ciudad y controlar, entre otras cuestiones, que estén identificados de forma adecuada. Según informó este cuerpo municipal en un comunicado, el pasado año controlaron 58 canes, todos ellos debidamente identificados mediante chip o tatuaje, y la infracción que más denuncias motivó fue la de portar perros peligrosos con correa extensible o de más de dos metros, que aglutinó la mitad de las denuncias.

Esta iniciativa se enmarca en las atribuciones que le confiere a la policía la ordenanza sobre tenencia de animales, la de limpieza y la legislación estatal y autonómica sobre animales de compañía. Al respecto, la policía señala que la convivencia entre personas y animales «resulta gratamente beneficiosa para el ser humano pero también puede plantear inconvenientes», por lo que «es necesario poner normas».