El pleno del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado inicialmente, con los votos a favor del PP y en contra de PSPV-PSOE, Compromís y EU, la nueva ordenanza reguladora de la ocupación del dominio público municipal, que ahora deberá someterse a un proceso de exposición pública antes de su aprobación definitiva.

El concejal de Coordinación Jurídica y Licencias, Félix Crespo, ha defendido que con la ordenanza "cumplen" el mandato de la Ley de Patrimonio de las Administraciones Locales que obliga al consistorio "a regular con licencias el uso privativo del dominio público" y actualizan "actividades no escritas que eran una realidad".

Por el contrario, la oposición ha recriminado su carácter "restrictivo" en espacios públicos como la plaza del Ayuntamiento o de la Virgen y ha criticado la falta de accesibilidad y paso que impiden las terrazas, así como que no ha sido consensuado con el resto de grupos.

Crespo ha explicado que, en el caso de las terrazas, han optado por "una postura intermedia", ya que dejan 1,50 metros para peatones cuando antes era 1,20 y ha señalado que la ordenanza regulará actividades como fiestas tradicionales, mercadillos, reparto de publicidad, rodajes, contenedores de ropa usada o cajeros automáticos.

También ha recriminado el uso de "demagogia absoluta, barata y rastrera" en las criticas a la regulación del uso de las plazas del Ayuntamiento y la Virgen y ha argumentado que no les compete prohibir manifestaciones ni la normativa puede ir contra los derechos fundamentales de la Constitución.

El concejal del PSPV Salvador Broseta ha reprochado que de la excepcionalidad que marca la ley nacional para rebajar de 1,80 metros la banda de paso peatonal en las terrazas "han hecho la norma para toda la ciudad".

Ha considerado que la regulación de las plazas de la Virgen y del Ayuntamiento "sobra" porque "privatiza el espacio público" y "limita el derecho de reunión" y que la ordenanza debería haber tenido "el mayor consenso posible" para "dar estabilidad", ya que conllevará inversiones de hosteleros y empresarios.

Para el portavoz de Compromís, Joan Ribó, pedir autorizaciones para realizar actividades en un espacio como la dársena es "un proceso de privatización incipiente de un territorio que es de todos".

Su compañera de formación Consol Castillo ha criticado que la ordenanza "es muy larga y se dedica a prohibir y limitar el uso de espacios públicos" y ha recriminado que "prohibirá" exposiciones callejeras culturales patrocinadas por entidades financieras.

La diputada de EU Rosa Albert ha valorado gran parte de la ordenanza, especialmente por aunar otras normativas, aunque ha justificado su voto en contra por la ocupación de mesas y sillas, las restricciones de uso de espacios emblemáticos y la falta de consenso en una normativa "tan compleja e importante".

Para Albert, con la regulación de las terrazas "se ha perdido una oportunidad de conciliar la legítima actividad empresarial con el derecho al descanso y a la accesibilidad" y ha criticado que pueda perjudicar a artistas callejeros, que ahora necesitan autorización para ejercer su actividad, algo que ha rechazado Crespo.

Además se ha preguntado, al igual que la concejal Castillo, cómo hará frente el consistorio al personal necesario para garantizar que se cumple la ordenanza y ha confiado en que incorpore cambios en su redacción definitiva para poder votar a favor.

Los votos del PP también han permitido aprobar en el pleno el Plan Joven de la ciudad, que ha contado con la abstención de los tres grupos de la oposición, y, por el contrario, se ha aprobado por unanimidad modificar el reglamento de los centros de actividades para personas mayores.