Un centenar de nigerianos residentes en Valencia se concentraron ayer en la plaza del Ayuntamiento para exigir la liberación de más de 200 niñas de entre 15 y 18 años, raptadas el pasado 15 de abril de un colegio en Chibok, al noroeste de Nigeria, por el grupo armado Boko Haram. El presidente de la Asociación Nigeriana de la Comunitat Valenciana, Francis Lawason, explicó ayer que se concentraron «para decir no al terror». «Nuestras hijas tienen derecho a la educación y cada uno puede decidir si quiere o no educarse sin que nadie pueda tomar esta decisión por mí», comentó.

Lawason, arropado por decenas de nigerianos y españoles, incluidos voluntarios de Amnistía Internacional, señaló que la concentración también pretendía concienciar sobre la religión «forzosa». Boko Haram, que en la lengua local hausa significa «la educación occidental es pecado», se creó en 2002 con el objetivo de propagar la yihad y crear un Estado islámico en Nigeria regido por la sharía o ley islámica. Desde el inicio de su ofensiva armada, Boko Haram ha causado más de 4.000 muertos, 1.500 de ellos en lo que va de año.

«Cada uno debe tener la libertad de elegir», señaló, interrumpido constantemente por el cántico de sus compatriotas «How we are saying, bring back our girls» («Como estamos diciendo, traed de vuelta a nuestras niñas»), a las que la secta ha amenanzado con vender como esclavas, y de un nutrido grupo de activistas que clamaban contra el machismo y pedían, asimismo, la libertad de las jóvenes.

Para Lawason, es «una vergüenza» los intentos de obligar a la población a convertirse al islam a punta de pistola. En el mismo sentido se manifestó otra de las representantes de esta organización, Ayisat Alabede, que abogó por la libertad religiosa y por el derecho de cada uno a decidir. «Meterse con las niñas y las mujeres, que son las más débiles, es intolerable en cualquier sociedad», sentenció Lawason.

Según Lawason, la acción de ayer en Valencia, donde residen cerca de 7.000 nigerianos, es una más de las que colectivos de ciudadanos de Nigeria están llevando a cabo en toda España en ciudades como Madrid, Málaga, Barcelona o Alicante. Lawason explicó que no sienten racismo en las calles valencianas. «Hay casos aislados, pero nada generalizado», comentó. Alabede, por su parte, explicó que los nigerianos residentes en Valencia han llegado o bien en avión o bien en patera.