La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Mayrén Beneyto, considera «un honor» que una mujer participe por primera vez en la bajada de Reial Senyera desde el balcón del Ayuntamiento. «No es ni mejor ni peor que lo haga un hombre, pero es muy bonito», dijo la concejala, partidaria de la incorporación natural de la mujer a este tipo de ceremonias más que de la paridad impuesta.

Como ya adelantó ayer este periódico, Mari Carmen Blay, subalterna del Servicio de Patrimonio Histórico y trabajadora del Museo de Historia de Valencia, será la primera mujer que participe en la bajada de la Senyera y en su custodia durante toda la Procesión Cívica. En concreto, formará parte del equipo de tres personas que recogerá la insignia a pie de calle para entregarla al portador de este año, el socialista Salvador Broseta, quien reiteró ayer el honor que suponía esta designación y el peso que sentía «más que por los 18 kilos de la bandera por sus setecientos años de historia».

Ayer, por tanto, Mayrén Beneyto, responsable última de este cambio, mostró su alegría por la incorporación de Mari Carmen Blay. «Estoy muy contenta de que sea una mujer», dijo la concejala, quien recordó que en sus años de gestión ha visto con satisfacción incorporarse mujeres a otros colectivos como la banda municipal y los ha celebrado por la naturalidad del relevo.

En este sentido, Beneyto aseguró que no se defiende mejor la femineidad mediante la paridad impuesta „«eso de tener que poner dos hombres y dos mujeres»„, sino con la incorporación natural de la mujer a los puestos que sabe desempeñar, con el relevo natural, como ha sido este caso», precisó.

Mayrén Beneyto recordó, en cualquier caso, que el 9 d´Octubre es uno de los días más importantes para la Concejalía de Cultura por ser los depositarios de la Reial Senyera, algo «precioso», subrayó. Y de igual forma «es un honor para cualquier persona tomar la bandera, porque el honor es la Senyera». «Todo lo que es patrimonial necesita de un sentimiento, porque estas cerca de las señas de identidad del pueblo», sentenció la concejala a punto ya de clausurar la exposición de la real insignia en el Salón de Cristal del Ayuntamiento de Valencia.

Hoy, la concejalía y todos los funcionarios del Servicio de Patrimonio Histórico tienen una responsabilidad, como siempre, y una novedad, la de Mari Carmen.