El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, ha denunciado una nueva discriminación de la Generalitat Valenciana con Valencia, esta vez en los presupuestos autonómicos para el año que viene. Según dijo mientras las inversiones crecen un 3,6% en el conjunto de la comunidad, la partida de Valencia capital desciende un 4%, lo que significa que «los intereses de la ciudad no están siendo defendidos por la alcaldesa Rita Barberá», dijo.

De entrada, Calabuig no se cree los presupuestos presentados por el Consell, que calificó de «fraude». Prueba de ello es, según dijo, que se incluyen un 10% de ingresos proveniente de fondos europeos de competitividad cuando esos fondos no llegarán hasta 2017. Así mismo, se prevén 190 millones de ingresos por la venta de edificios públicos sin saber si esa venta será posible.

Y dicho eso, el portavoz socialista lamentó que se haya restado 1,5 millones de euros en inversiones para Valencia y que prácticamente no haya ningún proyecto nuevo. Sólo se incluyen 300.000 euros para un centro de atención a la mujer, propuesta que Calabuig apoyó; y 700.000 para el Centro de Salud de Benimaclet, aunque en este punto el portavoz socialista recordó que hay cuatro centros de salud pendientes que no aparecen en los presupuestos, entre ellos los de Malilla, Avenida de Francia y Economista Gay. También hay 1,5 millón para el Arnau de Vilanova sorprendentemente, dice, cuando el conseller ha anunciado su desmantelamiento. El resto son inversiones para la Línea 2 del metro, el Parque Central o el Consorcio Valencia 2007, obras ya hechas o comprometidas, resaltó.

Por lo que se refiere a la Encuesta de Población Activa (EPA) y al aumento de 7.600 parados en el último trimestre, el portavoz socialista aseguró que la situación es «catastrófica». «El equipo de Gobierno ya no podrá argumentar ni siquiera que estamos por debajo de la media, porque ya se ha superado», explicó Calabuig, quien recordó, además, que aumentan los parados de larga duración y que el número de ocupados ha descendido en el último año, lo que significa que «en Valencia se sigue destruyendo empleo». «Estamos en una situación de emergencia económica y social», que necesita una «urgente respuesta», concluyó.

Por su parte, la concejala de Esquerra Unida Rosa Albert atribuyó el aumento del paro a la «política de recortes que ha llevado el PP en los últimos años». «Esto es consecuencia añadió de una política agotada que renuncia a la creación de empleo con unos presupuestos en los que se prescinde de la inversión y la obra pública». A eso habría que añadir el «tijeretazo» en el gasto corriente, que ha hecho que la práctica totalidad de las contratas municipales hayan aprobado expedientes de regulación de empleo en sus plantillas. Finalmente, Albert recordó la amortización de las plazas que quedan vacantes.