El Ayuntamiento de Valencia ha solicitado a la Generalitat y a la Diputación de Valencia el archivo de la autovía prevista para conectar la CV-310 con la Vía Parque Norte de Moncada, un proyecto con un presupuesto superior a 12 millones, así como la «biel» de conexión entre las carreteras CV-310 y CV-315 en Massarrojos, un proyecto similar con un coste de casi 4 millones.

El concejal coordinador del Área de Desarrollo Urbano y Vivienda, Vicent Sarrià, explicó ayer a través de un comunicado que la Conselleria de Infraestructuras y Transportes sometió a información pública el estudio de planeamiento de la conexión CV-310 con la Vía parque Norte de Moncada y posteriormente el Estudio de Impacto Ambiental de un proyecto diseñado para conectar «a través de una auténtica autopista por la huerta cuyo descarte se pide por la agresión contundente a cientos de hectáreas de suelo».

Más de tres kilómetros

Ese proyecto de conexión de la CV-310 tiene un trazado de 3.160 metros, de los que aproximadamente 2.545 discurren por suelo no urbanizable del término municipal de Valencia, en Massarrojos, y afecta a la Masía del Carmen, un conjunto arquitectónico protegido.

Además, el Área de Carreteras de la Diputación de Valencia expuso a información pública el planeamiento viario de la «biela» de conexión entre las carreteras CV-310 y CV-315, un proyecto similar al anterior con un coste de casi 4 millones de euros, que discurre por suelo no urbanizable del término municipal de València, también en Massarrojos, y que afecta al riu rau y el Mas del Fondo, catalogados como Bien de Relevancia Local con la categoría de Espacio Etnológico de Interés Local.

A ambos proyectos se presentaron alegaciones de ayuntamientos del entorno, entidades y colectivos vecinales. El propio concejal Vicent Sarriá, cuando estaba en la oposición, presentó alegaciones, sin que hasta la fecha se haya superado esta fase de contestación de alegaciones, «por lo que su retirada tan solo depende de la voluntad política compartida de las nuevas administraciones».

El concejal señaló que ya antes de las elecciones se mostró el rechazo a ambos proyectos en una reunión conjunta celebrada en la Diputación de Valencia por los ayuntamientos del entorno y los grupos de la oposición, ahora en los gobiernos de estas administraciones y en todas las poblaciones afectadas.

Por este motivo, y ante este contundente rechazo, Sarriá solicita tanto a la Diputación de València como a la Generalitat la retirada de ambos proyectos, «muy justificada por afectar de una manera contundente al patrimonio natural y rural catalogado, discurrir por suelo protegido no urbanizable y generar riesgos de inundabilidad de la zona, además de suponer un elevado coste económico y ser innecesario para la movilidad sostenible».