El edificio municipal de la avenida de Aragón será historia el mes que viene. Los trabajos de demolición del inmueble, conocido como «nuevo ayuntamiento» y vallado desde hace días, comenzarán en septiembre tras la adjudicación del contrato de derribo de las instalaciones que entre 1986 y 2010 ocupaban las delegaciones de Urbanismo y Tráfico. La empresa Vareser será la encargada de derribar el edificio. Los trabajos costarán 470.000 euros.

Se trata de un proyecto que el propio portavoz municipal, Joan Calabuig, ya ha asegurado que no es del agrado del actual equipo de gobierno. Sin embargo, es el siguiente paso del proceso puesto en marcha por el gobierno de Rita Barberá en 2011 según el cual se trasladó el proyecto de un hotel de lujo que Expogrupo tenía previsto para el solar contiguo a Jesuitas, junto al Jardí Botànic, a la parcela municipal donde se levanta el nuevo ayuntamiento. El consistorio cederá la parcela de Jesuitas a la Universitat de València para que la entidad pueda ampliar el parque y atender así una antigua reivindicación social.

El ayuntamiento de la avenida de Aragón fue proyectado por el gobierno del alcalde socialista Ricard Pérez Casado en 1986. Albergó las concejalías de Urbanismo y Tráfico hasta 2010, cuando estos dos departamentos se trasladaron al cercano edificio de Tabacalera. Las instalaciones de la calle Amadeo de Saboya estaban en funcionamiento desde 2009, pero el traslado de las concejalías fue escalonado. Desde entonces, el edificio de la avenida de Suecia permanecía en desuso. Los arquitectos Vicente González Móstoles, exconcejal socialista, y Rafael Rivera, coautores del proyecto, pidieron en 2010 que el edificio fuera reutilizado para usos educativos. Su propuesta cayó en saco roto.