Primero fueron los patinadores y ayer fueron los colectivos animalistas. La plaza del Ayuntamiento acogió la primera feria animalista organizada por el consistorio, más concretamente, por la Concejalía de Bienestar Animal. Decenas de asociaciones llenaron la plaza para concienciar sobre el maltrato animal.

Hasta allí acudió, tras participar en la marcha que recorrió las calles del centro, la concejala Glòria Tello. La edil de Compromís aseguró que pese a que Valencia es zona libre de espectáculos con animales, el consistorio está atado de pies y manos en lo referente a la plaza de toros. «Depende de la Diputación, ojalá pudiéramos hacer más», indicó.

Tampoco entra dentro de lsa competencias municipales el delfinario de l´Oceanogràfic de la Ciutat de les Arts i les Ciències, que depende de la Generalitat.

En la práctica, la declaración de Valencia como zona libre de espectáculos con animales afecta únicamente a ferias y circos. Cabe recordar que cada Navidad varios circos llegan a la ciudad con animales en sus funciones.

Se revisará Modepran

Otro de los temas con los que tendrá que lidiar la concejalía de Bienestar Animal es el refugio de Modepran en Benimàmet. Recién llegada a la concejalía, Tello tuvo que prorrogar la cesión de la gestión del refugio un año, a la espera de, cuando termine el plazo, revisarlo.

«Evidentemente la situación no pude seguir así», explicó ayer. Se refería Tello a la masificación del refugio, con entre 300 y 400 animales hacinados. La concejala insistió en algo que los encargados de Benimàmet repiten siempre que pueden. Se trata de la práctica extendida en municipios de los alrededores de Valencia de soltar a los animales en el término municipal del «cap i casal».

El refugio se satura entonces porque el consistorio tomó la decisión, hace ya años, de no sacrificar animales si no es ante enfermedad o lesión de extrema gravedad. Por ello, todos los perros o gatos que se encontraban en Valencia pasaban meses o años en el refugio hasta que son adoptados. Ahora esta situación no se repite porque la situación de saturación es tal que Modepran se ha visto obligada a no recoger más animales de la calle, a no ser que sean peligrosos o se encuentren en una situación grave para su salud.

Tello ya se ha reunido con los responsables de Modepran y la gestión del refugio se revisará, de nuevo, el verano de 2016 para tomar decisiones.