La avenida Barón de Cárcer, que adquirió el carácter de vía de doble sentido por las obras de reurbanización de la calle San Vicente, conservará los carriles en ambas direcciones, aunque el nuevo itinerario creado hace unas semanas se reserva a partir de hoy para uso exclusivo de residentes y autobuses de la EMT.

En principio se trataba de una prueba piloto que poco a poco se consolida para evitar la congestión que, de forma ocasional, se generaba en los aledaños al Mercado Central. Estas retenciones, ocasionadas por el paso de la línea 28 de la EMT por el acceso al parking en calle Vieja de la Paja y la entrada y salida de vehículos al mismo, se reducirán al reconducirse el acceso de la línea 28 a Barón de Cárcer por la Plaça del Mercat y la calle Botellas, sin que esto suponga modificación alguna en las paradas de la EMT.

El único cambio sustancial que esto conllevará es que la calle Botellas pasará a ser de doble sentido, pero para uso exclusivo de la línea 28 desde Maria Cristina, y del transporte público y los residentes en Botellas desde Barón de Cárcer.

Plazas de motos en conflicto

Por otra parte, ayer entraron en servicio de las 31 plazas para estacionamiento de motocicletas en la calle San Vicente, una plazas pintadas de manera horizontal y que suponen una novedad en la ciudad al estar delimitadas sobre la misma acera. La novedad parece que ha pillado de imprevisto a algunos hosteleros que ayer colocaban sus mesas y sus sillas sobre las plazas reservadas a motos.