El Ayuntamiento de Valencia podría inspirarse en el modelo que impera en buena parte de los países nórdicos para la creación de cooperativas de viviendas previa cesión por un largo periodo de tiempo (entre 75 y 100 años) de suelo público para construirlas. La concejala delegada de Vivienda, María Oliver, admitió ayer que es una de las propuestas que barajan para revitalizar el barrio del Cabanyal-Canyamelar, aunque la idea está en estado embrionario.

«Como sabéis este gobierno trata el caso del Cabanyal de manera aislada del resto de actuaciones municipales en materia de vivienda. Del amplio patrimonio municipal que existe en el barrio, de las viviendas que se rehabiliten, un tanto por ciento se dedicará a alquiler público. El resto, no tiene necesariamente que salir a la venta», advirtió la concejala de València en Comú.

Oliver explicó que en su delegación «se están estudiando modelos de cooperativismo, como el que está en vigor en los países nórdicos». «El ayuntamiento podría hacer cesiones de parcelas públicas por un periodo de 75 a 100 años para impulsar este sistema de cooperativas. Los cooperativistas construirían las viviendas», detalló la edil responsable también del patrimonio municipal.

Oliver asegura que todavía no se han decantado por ningún modelo «porque hay muchos», pero entre los que se barajan están aquellas cooperativas que se construyen en suelo público y además ceden alguna de las viviendas para que formen parte de la oferta pública de alquiler.

En el barrio del Cabanyal-Canyamelar existen 592 inmuebles de titularidad pública (242 del Plan Cabanyal, 387 del Servicio de Patrimonio del ayuntamiento; 35 de la Generalitat Valenciana y una del Ministerio de Hacienda), según el último censo que dio a conocer la semana pasada el Consejo de Administración de la Oficina Plan Cabanyal.

De las 242 del Plan Cabanyal, hay 18 edificios de viviendas completos, 103 pisos dispersos „34 en el bloque de Portuarios„, 25 almacenes y 47 solares edificables. Todo ello permitirá desarrollar un nuevo plan de vivienda en el barrio, que ya ha comenzado con distintas acciones.

La espectacular cifra de viviendas y solares propiedad del ayuntamiento es fruto de la política que impulsó Rita Barberá durante su largo mandato, ya que el consistorio no paró de adquirir inmuebles para su posterior derribo para la frustrada prolongación de la avenida Blasco Ibáñez. Con el nuevo gobierno tripartito, la política es radicalmente opuesta, ya que se apuesta por la construcción de nuevas viviendas, la rehabilitación de las ya existentes y la regeneración del barrio.

Promoción pública

Una de las primeras acciones del ayuntamiento será un nuevo proyecto de AUMSA de alojamientos universitarios en dos inmuebles que adquirirá a Plan Cabanyal en las calles Escalante 210 y José Benlliure 177. Ya se han iniciado las obras del primer alojamiento universitario en la zona del Cabanyal de Llamosí-Remonta.

También se ha aprobado la licitación de la que será la primera promoción pública de un pequeño edificio de viviendas. Esta futura construcción cuenta ya con la licencia de obras adjudicada y está situada, precisamente, en las proximidades de la zona afectada por la prolongación diseñada por el Partido Popular.

En breve también se dará luz verde al convenio entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia para poder conceder ayudas para la rehabilitación de fachadas en casas del barrio. Se trata de rehabilitar 250 viviendas (83 edificios) y reconstruir otras 50 (16 edificios). Las ayudas, cifradas en casi 13 millones de euros, procederán del plan estatal de Vivienda 2013-2016 del Ministerio de Fomento. El Gobierno de España aportaría 4,3 millones (34,3 %); la Generalitat 1,2 (9,7 %); el Ayuntamiento de Valencia 2,5 (19,6 %), mientras que los particulares tendrán que financiar 4,6 (36,2 %).

Además se han reactivado tres proyectos del Plan Confianza que estaban paralizados para la urbanización de calles como Barraca, Doctor Lluch o La Reina.