El tiempo de luces, ya apagadas, basado en los llamados «Grandes Eventos» ha hecho mella en los tinglados modernistas de la Marina Real Juan Carlos I de Valencia. De hecho, desde la Autoridad Portuaria de Valencia lamentan «el estado de estos tinglados protegidos, que son patrimonio de la ciudad». La APV señala, como lo han hecho otros colectivos, el abandono de estos edificios por parte del Consorcio Valencia 2007 que cuenta actualmente con la gestión de estos inmuebles declarados Bien de Relevancia Local.

«Estos tinglados son la primera imagen que los turistas se llevan de nuestra ciudad al salir del muelle», afirman fuentes cercanas de la APV, quienes reivindican ese complejo arquitectónico como reclamo turístico. «No están cuidados y la suciedad campa a sus anchas. Además, todos los turistas que vienen tienen que enfrentarse a un entramado de líneas sin ningún tipo de sentido vial», critican en referencia a los trazos pintados sobre la calzada de la Fórmula 1, que todavía permanecen en el puerto.

Parte de la superficie de estos edificios se encuentra desconchada, y su interior cuenta con escombros y suciedad desde que desaparecieron los monoplazas y su rutilante acompañamiento. A pesar de que Valencia se quedó sin Fórmula 1 en 2013, los tinglados de la Marina Real todavía conviven junto a las construcciones provisionales que se edificaron para los demás boxes. Actualmente, estos esqueletos urbanos permanecen cerrados a cal y canto, ante el asombro de los pocos turistas que pasean por allí. «Ni siquiera se puede ver el mar desde los tinglados», comentan las fuentes cercanas a la APV, en referencia a los edificios situados entre éstos y el mar.

Denuncias del Síndic

La denuncia por el estado de estos edificios históricos del puerto de Valencia es habitual desde 2011. Sobre todo por parte del Síndic de Greuges, que durante años ha demandado al consistorio la rehabilitación de los tinglados 2,4 y 5 ante el deterioro y la amenaza de ruina de estos almacenes portuarios modernistas, calificados de Bien de Relevancia Local.

La última petición del Síndic al respecto fue el pasado mes de agosto, donde esta entidad se dirigió al equipo de gobierno municipal, quien anunció su intención de revisar el plan de usos de la marina. «Estamos abiertos a hablar y desbloquear la situación. Ya sé que resulta chocante que las máquinas no entren en un sitio que está al lado de otro que sí que está limpio. Pero estamos dispuestos a hacerlo en cuanto avancemos con el tema. Sin ir más lejos, el Muvim es de la Diputación y, por operatividad, la limpieza corre a cargo del ayuntamiento» aseguraba al respecto la concejala Pilar Soriano, responsable del área de limpieza. La edil de patrimonio, Glòria Tello, es optimista con el nuevo director del consorcio, Vicente Llorens «porque hemos avanzado mucho en un mes. La voluntad es buena para poder dar uso a las naves».

Al parecer la Generalitat devolvió la gestión de los tinglados 4 y 5 al consistorio el pasado enero. Estos dos edificios se utilizaron como «boxes» durante los cinco grandes premios de Fórmula 1 de entre 2008 y 2012, y para lograr su reconversión invirtieron 22 millones de euros. Estos tinglados fueron cedidos por parte del consistorio al Consorcio Valencia 2007, entidad organizadora de la Fórmula 1.

Sin embargo, una vez que el gran premio abandonó la Comunitat, la custodia de estas naves quedó en manos de la Generalitat. En cuanto al tinglado 2, ya está adjudicada su rehabilitación, que cuenta con un presupuesto de 600.000 euros. Inicialmente, se planteó que este espacio albergara un mercado gourmet, aunque actualmente el equipo de gobierno del consistorio estudia darle otro fin.

Por su parte, Vicente Llorens afirmó a Levante-EMV este sábado que el Consorcio ya no es competente sobre los tinglados 4 y 5, y que la nueva administración receptora es la que debe actuar para resolver el problema de la limpieza.