La sentencia del Supremo es un reconocimiento del derecho de los agricultores a recuperar sus tierras al no haberse ejecutado el proyecto para el que fueron expropiadas. Pero al final, la solución es la indemnización, como ha ocurrido con otros procesos judiciales seguidos por otros propietarios de forma paralela a esta.

De hecho, desde hace dos años y aún hoy decenas de propietarios expropiados de la ZAL están cobrando indemnizaciones que le fueron reconocidas en virtud de una sentencia del año 2009 que anulaba el Plan Especial mediante el cual se modificaba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para construir la ZAL.

Muchos propietarios, 55 de inicio, se acogieron a esa anulación para reclamar indemnizaciones y después de un largo proceso judicial en el año 2015 empezaron a cobrar el dinero. A muchos de ellos aún no se les ha llegado el turno, pues los expedientes no se han resuelto todos al mismo tiempo.

Dinero recibido

Entre estos propietarios la casuística es muy grande. hay algunos con muchos terrenos y varios titulares y hay otros con viviendas o pequeñas parcelas con un único titular. Muchos de los antiguos propietarios han muerto y ahora son sus herederos los que gestionan la consecuencias de aquellas expropiaciones.

Para que se hagan una idea, un propietario que en su día perdió la casa y una parcela de un cuarto de anegada recibió 16 millones de las antiguas pesetas, unos 100.000 euros. Ahora, dado que la ley no permite que la indemnización supere el 25% de lo expropiado, espera recibir unos 30.000 euros.

Hay que tener en cuenta que los precios de antaño se han ajustado a las equivalencias de hoy en día. En cualquier caso, los afectados insisten mayoritariamente en que la ideal hubiera sido recuperar la tierra, que es lo que ellos siempre han perseguido, no recibir indemnizaciones con las que ni siquiera han podido pagar las casas en las que fueron realojados.