A finales de la Edad Media se convirtió en una especie de tradición construir ventanas en construcciones singulares que solo permiten la entrada de la luz solar durante unos minutos y solo una vez al año. Ese fenómeno se puede observar en la torre del Micalet, aunque el espectacular alineamiento solar no se descubrió hasta el año 2010. Se produce solo el día de la Asunción, por lo que se interpreta como una muestra de devoción y homenaje a la virgen. Entre lo divino y lo humano, la proyección de los rayos solares en el interior de la torre de la catedral no deja indiferente a nadie.

La ventana fue construida en el siglo XIV en la torre del Micalet de la Seu, y como cada 15 de agosto, ayer registró un alineamiento de los rayos del sol a partir de las 9.45 horas. El día de la Asunción es el único del año en que se produce este fenómeno, que fue descubierto en 2010 «al comprobar la entrada de luz por esta ventana atípica, ubicada en la conocida como sala de 'la prisión', en el segundo cuerpo del Micalet, en la parte recayente a la Puerta de los Hierros», según Francesc Llop, presidente de la Asociación de Campaneros de la Catedral.

La manera en que el sol incide este día hace que la luz «entre en el interior de la sala formando en la zona central del suelo un rectángulo luminoso de algo más de tres metros y medio de largo», explica. Así cada 15 de agosto los rayos del sol entran por una estrecha ventana gótica en el Miguelete «de forma directa y vertical debido a la orientación que se le dio al ser construida en el siglo XIV», señala Llop. La ventana fue diseñada así por los maestros de obra del siglo XIV «para que se produjera este alineamiento solar, como una forma de rendir homenaje a la Virgen en la fiesta de la Asunción y también como una tradición en ciertas construcciones de la época», explica. También ayer los campaneros del Micalet voltearon ocho veces a mano las campanas durante la fiesta de la Asunción, otra de las tradiciones que se llevan a cabo por la virgen.