Una misa en la catedral, único acto de recuerdo a Rita Barberá en el aniversario de su muerte

Rita Barberá falleció el pasado 23 de noviembre de 2016 en el hotel de Madrid donde residía entre semana para atender sus obligaciones como senadora. En los últimos meses había sido denunciada por presunto blanqueo de capitales junto con otros cincuenta cargos del PP de València y apenas unos días antes había tenido que acudir a declarar al Tribunal Supremo, focalizando así toda la atención del proceso. De ahí que su muerte se viera rodeada de polémica, ya que la familia culpó directamente a la presión mediática y política. De hecho, pidió públicamente que los políticos no asistieran a sus funerales, únicamente sus amigos, condición bajo la que acudió el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y algunos ministros y ex ministros de su gabinete.

Ahora, un año después, esa situación se mantiene y tanto la dirección local del PP, en manos de una gestora, como la regional, presidida por Isabel Bonig, han preferido quedarse al margen de recordatorios. Ha sido su familia, sus tres hermanas y sus sobrinos, los que le han organizado una misa mañana en la catedral, a las siete de la tarde, que será oficiada por el cardenal arzobispo Antonio Cañizares.

A esa misa está previsto que acuda la práctica totalidad del Grupo Popular en el Ayuntamiento de València, algunos de cuyos miembros pasaron varias legislaturas con la ex alcaldesa y se vieron inmersos también en el proceso judicial del caso Taula. No está confirmado, sin embargo, que acuda a la catedral la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que estará en la ciudad ese mismo día por la mañana.