Los trabajos para la adecuación del antiguo solar de la fábrica Moyresa, una de las zonas cedidas por el Puerto de València para la ejecución del Parque de Desembocadura de Natzaret, arrancarán hoy con el desbroce y limpieza de este gran descampado.

Estos suelos industriales se recuperarán como parque urbano provisional supeditado al desarrollo del plan especial de Natzaret. El plan de usos y diseño del arquitecto David Estal para este jardín provisional prevé una zona lúdica y descanso con mobiliario reciclado, un mirador en la zona donde estaba la línea de playa (antes de que la expansión del puerto arrasara la playa de Natzaret), una zona de paelleros «para dar respuesta a alta la demanda» que existe en la ciudad de este tipo de elementos (prohibidos en cualquier jardín por las ordenanzas) y un espacio con huertos urbanos autogestionados por los vecinos y colegios.

La premisa que la Autoridad Portuaria de València y el ayuntamiento han dado a los responsables del diseño de este parque es que sea de bajo coste (4 euros por metro cuadrado), que aproveche las plantaciones existentes, que no sea caro de mantener y que tenga usos reversibles en previsión del desarrollo a medio plazo de la edificabilidad terciaria y de oficinas prevista allí por el puerto.

Así las cosas, la propuesta de David Estal aprovecha la escasa vegetación existente en esta parcela (como un gran eucalipto y varias palmeras) y genera varias zonas de uso público adaptadas a las necesidades expresadas por los vecinos. Se introducen zonas de plantaciones populares con especies salinas para generar nuevos espacios verdes y de sombra y se potencia, por requerimiento de la Concejalia de Jardines, la vegetación espontánea.

Los vecinos esperan desde hace años el derribo del muro de tres metros de altura de esta fábrica, que durante décadas ha contribuido al aislamiento del barrio. Dado que el derribo del muro de la fábrica no es inminente, el proyecto de Estal plantea mejorar su permeabilidad y apariencia «carcelaria» eliminando la alambrada superior y abriendo dos puertas.

El muro, hasta su derribo, se utilizará como soporte de «expresiones plásticas y comunicativas». Además, en la parte recayente Castell de Pop se habilitará un rocódromo. El parque que tendrá, de momento, dos puntos de entrada por la calle Fontanilles y por Castell de Pop.

El nuevo parque de desembocadura, en todo caso, no será un espacio totalmente abierto y en el nuevo cerramiento se recuperará la antigua valla de forja del puerto. En un futuro la zona verde y de uso terciario de Moyresa quedará conectada con la zona de ampliación del tramo final del Jardín del Turia, un proyecto cuyo desarrollo depende en gran medida de la ejecución del último tramo del colector norte y de la posterior recuperación ambiental de esta zona.

El futuro parque de desembocadura tendrá 63.802 m2 de los que ahora se adecuará el solar de la fábrica Moyresa, derribada en 2013.