La presencia de la Policía Local en las celebraciones de la Virgen de los Desamparados se reforzará el domingo en los actos de celebración. Este año, la novedad es que tendrán un rol más activo porque ayudarán a los organizadores y los «eixidors» a escalonar la entrada de fieles a la Basílica y evitar posibles accidentes.

A partir de la apertura de puertas a las 3:30 de la mañana, 78 agentes de la policía controlarán los accesos de la puerta que recae sobre la calle de la Leña y la que da al pasaje de Emilio Aparicio Olmos, frente a la Catedral. La Basílica instalará en ambos accesos vallas que formen un pasillo para entrar al templo y evitar avalanchas, empujones y corredurías. Además, vigilarán que la apertura de las puertas no sea brusca y se descuelguen de los ejes, como sucedió el año pasado con una de las puertas de bronce.

A partir de las 6 de la mañana y hasta el medio día, el dispositivo se reducirá a 68 agentes, que controlarán la misa de Infantes en la plaza de la Virgen y el inicio del traslado de la imagen a la Catedral, cuando se volverán a abrir las cuatro puertas de la Basílica.

La procesión vespertina, que se iniciará a las 18:30, contará con la vigilancia de 61 agentes durante todo el recorrido por Ciutat Vella.