J. L. G., Valencia Quien pudiera leer el pasado viernes en Levante-EMV la receta de la Tomato-paella (horneada y lista en 15 minutos) del gurú gastronómico de The New York Times y se echara las manos a la cabeza debe saber que este columnista neoyorquino, Mark Bittman, sabe lo que tiene entre manos. La propuesta de este experto -la última reinvención de la paella, con gajos de tomate como elemento protagonista- está dentro de una serie de vídeos para realizar platos nuevos y fáciles, y aunque haya cometido algún que otro atentado a la tradición, hay que reseñar que Bittman conoce bien el plato: recibió un curso acelerado hace unos meses para cocinarlo «en la casa de la paella: Valencia, of course» . «La mejor paella -arroz con cosas, la llama - que pude encontrar en la zona estaba fuera de la ciudad, en un pueblo llamando Picassent.» Así arrancaba la crónica que realizó en abril pasado el experto norteamericano, con vídeo incluido que puede verse aún en la página web del periódico The New York Times . En el vídeo, Pep Crespo, uno de los cocineros del restaurante L$27 Alter de Picassent realiza todo el proceso en su hábitat natural, la cocina, y, mientras, el experto neoyorquino explica ante la cámara los misterios del plato típico. Tal es la influencia del crítico que desde ese momento este restaurante está en la ruta de los turistas norteamericanos.

Según comenta Carmina Crespo, que regenta este restaurante y cocina las paellas junto a su hermano Pep (el que aparece en el vídeo con Bittman) y su padre José Luis, desde la aparición en la web del prestigioso periódico han recibido «entre cincuenta y sesenta mesas de turistas» atraídos por la recomendación del crítico. «Vienen con el recorte en la mano y con libros de Bittman y le piden autógrafos a mi hermano» , destacan desde L$27 Alter.

Carmina Crespo recuerda divertida la visita del equipo de Bittman a su restaurante. El crítico venía a España con motivo de la Copa del América -y también para visitar El Bulli, de Ferran Adrià- y un cliente habitual recomendó la visita a la expedición norteamericana. «Te va a hacer famoso» , bromeaba.

Bittman, que antes de ir a Picassent visitó el restaurante La Pepica, la Albufera y el Mercado Central (las escenas también aparecieron en el vídeo de abril de The New York Times ), llegó con un autobús al restaurante. «Empezaron a bajar cámaras y técnicos: montaron un estudio con 15 personas en la cocina» , comenta Carmina.

Una vez montado, Bittman, en plan documental, comenzó a describir todo el proceso. «Quería utilizar su género -habían comprado en el Mercado Central- , pero Pep no se fiaba y cocinó con sus ingredientes» , recuerda. Todo un ortodoxo. «La repercusión ha sido impresionante» , reconocen desde el restaurante. Entre las visitas más destacadas, dicen, está la de un jefe de la Policía de Nueva York o un «importante neurocirujano» . Y la aparición entre las recomendaciones de Bittman les ha generado una importante presencia en los medios. «Nos han llamado de revistas de Italia y una periodista de Miami envió a su hijo que estudia en Madrid a verificar la calidad del plato» , comenta la gerente.