La historia reciente del Empordà como comarca vitícola viene marcada por la fecha en que Miguel Mateu adquirió el Castillo Peralada, en Girona, donde en 1923 inició la reactivación de la tradición vitícola de este dominio. Después de varias generaciones, la familia Suqué Mateu continúa siendo un revulsivo para toda la comarca, inmersos en la dinamización del entorno social y cultural. En la actualidad el Grup Peralada está presente en múltiples sectores además del enológico, como el del ocio y hostelería, la industria „fueron cofundadores de la mítica firma automovilística La Hispano Suiza„, y organizan el Festival Castell de Peralada, entre otras actividades. Sus vinos son también muy diversos, desde los más conocidos y populares, como el blanco de aguja Blanc Pescador, a la gama Premium del Gran Claustro, o el más elitista Finca Garbet, un monovarietal de Syrah, elegante, profundo, largo y expresivo, de un viñedo ubicado en terrazas junto al mar frente al Cap de Creus, siendo sus brisas las que regulan la temperatura, gracias a las cuales se consigue su extraordinario equilibrio.

El enólogo Delfí Sanahuja, director técnico del grupo, elabora también otros vinos procedentes de una finca concreta, en los que se reflejan los diferentes suelos y paisajes del Empordà. El más conocido es el Finca Malaveïna, con Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Frac, Syrah y Garnacha, cultivadas en un terreno arcilloso. En cambio, el Finca La Garriga solo está hecho con Samsó (Cariñena) en fondo arenoso, la varietal que ocupa mayor superficie de cultivo en la DOP Empordà, una uva rústica de carácter tánico, con color y buena acidez, que trabajan con el mayor aporte sensorial del roble americano. También de Finca La Garriga sale el blanco que hacen con Chardonnay y Cariñena Blanca, con ocho meses de crianza en barricas de acacia. La Finca Espolla es el viñedo más interior propiedad de la bodega, ante las estribaciones de los Pirineos. El terreno está conformado por dos tipos de pizarras, una gris y otra negra en una zona de origen volcánico, que imprimen su carácter mineral. El Finca Espolla de 2011 es un coupage de Syrah, Garnacha y Cabernet Sauvignon. Su color es rojo picota de capa. Aromas de buena intensidad, a frutas rojas y negras, es balsámico (eucalipto), suaves especias, con elegante sensación mineral. Tiene buena entrada de boca, es amable, con cuerpo y estructura, taninos maduros, suave calidez, sensación de fruta madura, torrefactos, con buen paladar, equilibrado y persistente. Unos vinos con la personalidad propia del entorno más próximo, con un marcado carácter Mediterráneo, con grado bien integrado de uvas bien maduradas, sin corregir y sin complejos, en busca de su equilibrio.