A punto de celebrar su centenario (la entidad se fundó en 1918), Bodegas Reymos (nombre comercial de la cooperativa Cheste Agraria) se ha convertido, por méritos propios, en el hogar de la uva Moscatel en Valencia. Pocas compañías han sabido extraer todo su potencial a una uva eminentemente mediterránea que en esta subzona de la DOP Valencia muestra su mejor versión gracias al particular clima de la zona y las características de sus suelos.

Bodegas Reymos cuenta en la actualidad con más de 2.000 socios integrados en alguna de las siete secciones en las que se divide la entidad, que procesa cada campaña alrededor de 45.000 toneladas de cosecha y genera unos ingresos anuales de cerca de 20 millones de euros. Con las uvas de Moscatel que entran en bodega, los técnicos de Reymos producen todo tipo de vinos, desde espumosos de baja graduación (Petit Valencia) hasta las clásicas mistelas. Las instalaciones cuentan con equipos isobáricos para poder producir y embotellar espumosos de segunda fermentación en depósito, lo que les ha permitido crear productos tan innovadores como los espumosos de Moscatel Reymos; los vinos de aguja Vida, Amatista o Viña Tendida; o la última apuesta de la compañía, la gama «La Vida en Colores».

Con todo, bodegas Reymos mantiene viva su vertiente más tradicional produciendo mistelas de corte clásico (La Cartuja) y otras más adaptadas a las nuevas tendencias en el consumo (Sol de Reymos). Su compromiso por la calidad y el trabajo de la cooperativa de segundo grado Anecoop en la comercialización han permitido a Reymos afianzarse en los principales mercados internacionales, apoyados además por el dictamen de influyentes concursos de todo el mundo, que año tras año avalan con sus premios la calidad de los vinos elaborados en Bodegas Reymos.