Cuando oigo esta palabra a modo de onomatopeya que algunos pronuncian para pedir un plato se me ponen los pelos de punta. Todos los sábados que puedo bajo a Vallada a tirar al plato. Junto a la caza es una de mis aficiones preferidas. Ayer mismo estuve y tiré tres series, estando a punto de hacer pleno en una de ellas, errando el último plato. Me anoté una tarjeta de 69 platos de 75.

Las instalaciones del campo de tiro El Tollo equipadas con cinco máquinas de foso universal , con fono pull son buenas y el ambiente es inmejorable. También dispone de canchas para la codorniz.

La visibilidad de los platos es buena, a pesar de que se tira plato negro y no naranja, aún así la salida del plato se ve bastante bien, sólo en días nublados cuesta buscarlos.

El campo subsiste gracias a la labor altruista y desinteresada de personas como Amadeo, Rubén o Pepe Juan, que, además, de buenos amigos son aficionados a la caza y al tiro y mantienen el campo abierto, aunque caigan chuzos de punta.

La temporada de tiro empieza en el mes de febrero cuando se cierra el tordo y concluye la primera semana de octubre, coincidiendo con la apertura de la veda.

Hace unos años casi todos los pueblos de los alrededores contaban con su propio campo de tiro y celebraban tiradas con motivo de las fiestas, tanto de plato como de codorniz y pichón. La Font de la Figuera, Moixent, Alcudia de Crespins, Ontinyent, Fontanars …. Hoy sobreviven muy pocos. Muchos de ellos han cerrado porque no cumplían con las medidas de seguridad pertinentes y ponerse al día suponía grandes desembolsos de dinero. La ley obliga a cerrar mediante una valla el perímetro de tiro 200 metros y a señalizarlo debidamente con tablillas y trapos rojos. Además, no puede haber caminos ni casas en los alrededores. Nada que ponga en peligro la seguridad de las personas. Lo cual está muy bien. Sin embargo, a veces son un poco tiquismiquis y te lo cierran, por sólo unos metros, como ocurrió con el Gorrión Club de Alicante, que contaba con unas instalaciones inmejorables de Foso Olímpico. El último en echar el cierre ha sido el campo de Ribarroja. El alcalde ha decretado su cierre al carecer de la correspondiente licencia, que llevaba años sin renovarse.

Encontrar hoy un campo de tiro abierto es muy complicado por las razones que explicaba anteriormente. Por eso Vallada es como un oasis en el desierto. Un lugar para disfrute de tiradores, pero, sobre todo, de amigos con una misma afición: el tiro al plato.

También la crisis ha pasado factura. El tiro es un deporte caro y en momentos de crisis, uno prescinde de lo superfluo. La escopeta es lo más barato, pero, si luego, sumas: cartuchos, licencias, permisos, gasolina, etc, etc. es costoso.

La edad no es ningún impedimento para ver, por ejemplo, a Rafa Tormo o a Antonio San Félix, octogenarios ambos, acercarse a Vallada para tirar un par de series y cuya forma física es envidiable.

En el caso de San Félix, sigue yendo a las tiradas de pichón a caja. Recientemente estuvo en Sevilla participando en el campeonato de España.

Y hablando de competiciones, quiero aprovechar estas páginas para recordar a todos los aficionados, que el próximo sábado día 8 por la tarde se ve a celebrar una tirada al plato en el campo de tiro el Tollo de Vallada El precio de la inscripción es de 20 euros.

Para el viernes 28 también por la tarde hay programada una tirada mixta de pichón a tubo y codorniz, cuya inscripción es de 30 euros.