No se puede estar en misa y repicando a la vez como dice un viejo aforismo. La reunión que ha mantenido el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez con la mujer de Leopoldo López para mostrarle su apoyo es puro cinismo.

Los actos se demuestran con hechos y no con palabras o posando ante las cámaras.

Para ser consecuente con las ideas que defiende el líder socialista, no basta con decir que Monedero es un "miserable" por comparar a Leopoldo López con los etarras.

No olvidemos que aunque Juan Carlos Monedero dimitió de sus cargos en Podemos, sigue vinculado a la formación de Pablo Iglesias. "Soy más necesario fuera que dentro de la organización" (sic).

Hay que ir mucho más allá de las simples palabras, rompiendo todos los pactos que el PSOE ha firmado con Podemos y gracias a los cuales esta formación está presente en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas: Asturias, Extremadura, Castilla- La Mancha y Valencia. Pactos, dicho sea de paso, a los que el propio Sánchez se negó que fuera a alcanzar antes de las elecciones municipales y autonómicas del 24.M.

El PSOE no puede seguir apoyando a un partido que no condena el encarcelamiento de Leopoldo López , la falta de libertad en Venezuela y la vulneración de los derechos humanos. Un partido que es profundamente antidemocrático y radical.