Me cuentan que Fontanars dels Alforins dispone de un parque rural de Emergencias con varias brigadas forestales para prevenir los incendios. El número de efectivos se reduce en invierno que es cuando se debe de hacer la política preventiva y no en verano. Ahora mismo trabajan diez personas en dos turnos, con pocos medios también hay que decirlo. El horario si no ha cambiado es de 6 de la mañana a diez de la noche. El inmueble de diseño vanguardista, de color rojo intenso y muy bien integrado con la orografía de Terres dels Alforins, prácticamente pasa desapercibido fue inaugurado en diciembre de 2011 por el entonces presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

Y digo me cuentan porque por desgracia yo he sufrido un incendio en una antigua almazara de principios de siglo, donde también se ha calcinado el tractor que había en su interior. Y no les he visto el pelo hasta varios días después, cuando casualmente uno de los brigadistas que transitaba con su coche por la carretera de La Font vio una pequeña columna de humo, lo que le alertó.

Cuando el fuego ya estaba extinguido por causas naturales, acudió al lugar del siniestro el camión cisterna y un par de vehículos más de apoyo. Como ustedes entenderán mi sorpresa fue mayúscula.

Resulta cuanto menos lacerante, que habiendo un retén de guardia las 24 horas, si no en Fontanars, sí, al menos, en otros puntos cercanos como Ontinyent o Moixent, nadie se percatara del incendio hasta varios días después. El fuego se originó de madrugada y por la magnitud de las llamas debió divisarse a varios kilómetros de distancia. Tampoco en La Font de la Figuera donde existe un punto de vigilancia se percataron del siniestro.

La noche del siniestro había una patrulla de la Guardia Civil por la zona. A las dos de la madrugada terminaron el turno, por lo que es lógico pensar que el incendió se inició pasada esa hora.

Ese mismo día presenté una denuncia ante la Guardia Civil de La Font de La Figuera. Acudió la policía judicial de Canals, que tomó algunas fotografías y quedó en llamarme la policía científica de Valencia para investigar si el siniestro fue fortuito o intencionado. Nada tampoco.

El incendio se produjo en el mes de agosto, con las máximas alertas disparadas por riesgo de incendio en el nivel máximo: alerta naranja.

Afortunadamente, aunque los daños materiales han sido muy cuantiosos, cerca de 100.000 euros, no ha habido que lamentar víctimas mortales.

Pero me tranquiliza mucho escuchar las palabras del ya ex president valenciano cuando se refería en estos términos a las instalaciones: " son para todos y están destinadas a la tranquilidad, al bienestar y al futuro de todas las personas».

Me preocupa, eso sí, que ahora esté de senador compartiendo escaño con Rita Barberá.