Por primera vez, un hombre acusado de maltrato animal ha ingresado en prisión. La sentencia que ha dictado una jueza de Mallorca crea jurisprudencia. Los hechos se remontan a diciembre de 2012 cuando el acusado apaleó hasta la muerte a un caballo de carreras. Sorky, que así se llamaba el animal fue brutalmente golpeado en la cabeza con un palo hasta provocarle la muerte. El "error" de Sorky fue haber obtenido un mal resultado en la carrera de trote en la que participaba. El triste final: el dueño lo mató a palos.

El Código Penal en su artículo 337 ha endurecido las penas por maltrato animal, algo que vienen reclamando desde hace tiempo asociaciones animalistas como Pacma o SOS Galgos.

Hasta ahora, una legislación penal muy laxa hacia el maltrato animal se resolvía, en el mejor de los casos, con una mínima sanción económica o ni siquiera eran juzgados porque no era considerado un delito ahorcar a un perro o propinar una patada a un gato.

Desde el pasado 1 de julio, la ley castiga con penas más severas de hasta dos años de cárcel el maltrato animal. Pero ninguna persona había ingresado en prisión por ello.

Si el condenado no tenía antecedentes penales y la pena era inferior a un año, no ingresaba en prisión. La jueza de lo Penal número 8 de Palma de Mallorca ha condenado al agresor a 8 meses de prisión.

La sentencia pionera en España que crea jurisprudencia abre un rayo de esperanza ante tanta impunidad que se venía cometiendo con los animales.