Que el líder de Podemos Pablo Iglesias se haya desmarcado y haya preferido quedarse fuera del pacto antiyidadista, que sí han suscrito otras fuerzas políticas como PP, Ciudadanos o el PSOE, dejando a un lado las diferencias ideológicas que les separan y buscando el interés general, dice mucho del personaje en cuestión.

Desde luego, que la solución no es la venganza ni el ojo por ojo, diente por diente; pero hay cuestiones como es el terrorismo que requieren un pacto de Estado sin fisuras de todas las fuerzas democráticas. Y en ese empeño debería estar también Podemos.

La solución no es únicamente militar, y es obvio que hay que ahondar en las causas.

Iglesias vuelve a dar el cante en un asunto tan grave como es el terrorismo yihadista. Lo hizo no condenando el terrorismo de ETA y lo vuelva a hacer ahora.

Habría que recordarle al señor Iglesias, por si no lo sabe, que el fin de ETA fue posible gracias entre otras cosas a la unidad de todas las fuerzas políticas. Hoy ETA es una pesadilla en la memoria de muchos demócratas y esperemos que el terrorismo yihadista tenga el mismo final.