Aunque tanto el PSOE como Ciudadanos han mandado un escrito al presidente del Gobierno Mariano Rajoy interesándose por su estado tras la agresión sufrida hoy en Pontevedra donde participaba en un mitin, la formación de Pablo Iglesias se ha limitado a expresar su indignación.

Yo, creo, que cuando un candidato, sea del partido que sea, sufre una agresión, aparte de mostrar la consabida indignación, hay que condenarlo enérgicamente.

No creo como se ha dicho torticeramente desde algún medio de comunicación que la agresión tenga que ver con el agrio debate que mantuvieron Pedro Sánchez y Mariano Rajoy.

No hace demasiado tiempo también la candidata de Vox en Cuenca, Inmaculada Seguí recibía una paliza en el portal de su casa.

Hechos que por desgracia se van repitiendo y aunque de momento son casos aislados, no por ello debemos dejar de prestarles atención y hay que condenarlos y cortarlos de raíz porque la violencia no tiene cabida en democracia. Todas las ideas son defendibles por cauces democráticos.

El mejor modo de mostrar nuestras divergencias es a través del voto y el próximo día 20 tenemos ocasión de hacerlo. Pero siempre desde la tolerancia y el respeto.