Yo espero y deseo como muchos españoles del señor Pedro Sánchez altura de miras y que más que un político al uso se comporte como un estadista y un hombre de Estado y que no se obceque con un pacto de izquierdas con Podemos como aliado, que llevaría al país a la miseria más absoluta, como se ha demostrado en países que han aplicado su modelo económico. No hace falta recordar aquí su posición sobre la dictadura venezolana, el terrorismo etarra o su visión muy sui géneris sobre los medios de comunicación privados, por citar solo unos ejemplos de su ideario político, que recibiría las bendiciones de Chávez.

El resultado electoral de estos comicios, que abre la puerta a pactos y/o a acuerdos de legislatura y la fragmentación del Parlamento que ha quedado muy atomizado, con una amalgama de partidos, la mayoría, próximos a la extrema izquierda , que lo hacen a todas luces ingobernable obliga a los dos principales partidos, que suman más del 50% de los votos, a sentarse a negociar y a alcanzar acuerdos en aras de la gobernabilidad, que debe ser la principal prioridad en estos momentos porque el hipotético escenario de un adelanto electoral ,solo beneficiaría a Podemos, que terminaría por fagocitar al PSOE y a lo poco que ha quedado de IU.

Ahí fuera nos están observando con lupa. Cada minuto que pasa es importante y la decisión de formar gobierno no se puede demorar mucho tiempo. Los inversores no quieren incertidumbres y ante la menor duda, dejan de invertir en España con el consiguiente descalabro económico para el país y lo mismo cabe decir de los mercados financieros o la prima de riesgo.

No quiero decir con ello que toda la responsabilidad recaiga en Pedro Sánchez y el PSOE, que al fin y al cabo, le corresponde liderar la oposición como segunda fuerza y al PP le compete intentar formar gobierno, pero la aritmética falla y los números no salen y el PP necesita de apoyos para sacar adelante la investidura de Rajoy para que no ocurra lo mismo que en Cataluña, que llevan 3 meses con un presidente en funciones y un gobierno interino.

Tienen toda la razón, cuando se afirma que durante la legislatura pasada, el PP gobernó con soberbia y prepotencia, aplicando el rodillo de la mayoría absoluta y gobernando a base de Decreto -Ley, sin negociar ni pactar nada y ninguneando a la oposición, pero ahora es el momento de mirar el futuro y de cambiar las formas y los modos de gobernar. Y ahora es una buena oportunidad para hacerlo.