Aunque el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, no es santo de mi devoción, le doy toda la razón cuando se quejaba de que sólo había recibido la llamada de Pablo Iglesias y del presidente de Canarias, interesándose por los incendios, que asolan desde hace días gran parte del norte de España.

Cantabria está en alerta máxima con más de 80 incendios. Más de 2.000 hectáreas de alto valor ecológico han sido pastos de las llamas.

Pero poco le importa al señor Rajoy que Cantabria, Asturias, Navarra y País Vasco sufran los peores incendios de su historia, muchos de los cuales, siguen activos todavía en el momento de redactar estas líneas.

El presidente del Gobierno anda más preocupado en cómo conformar gobierno para ser investido presidente, que en cuestiones "baladíes" como los incendios forestales.

Pero mucho me temo que dentro de unos días o de unas semanas cuando haya escampado el temporal es probable que lo veamos sobrevolando la zona calcinada desde un helicóptero, haciéndose la fotografía de rigor. Ocurre siempre.