El PP dice estar dispuesto a formar un gobierno de coalición a tres bandas con los partidos constitucionalistas y que defienden la unidad de España, esto es PSOE y Ciudadanos, pero más allá de esa declaración de intenciones no han concretado nada más.

¿En qué está dispuesto a ceder el PP para que su oferta sea atractiva? ¿Estaría dispuesto, por ejemplo, a ceder la presidencia del Gobierno al PSOE o a Ciudadanos, si eso fuera un impedimento para llegar a un hipotético gobierno de coalición? ¿Renunciaría el señor Rajoy en favor de otro candidato? ¿Hasta dónde está dispuesto a ceder el PP para llegar a acuerdos y pasar de las palabras a los hechos? Este es el quid de la cuestión. Lo demás es pura palabrería.

Quién debe de mover ficha y seducir a los adversarios políticos es el PP, que para eso ha ganado las elecciones y le corresponde, por tanto, formar gobierno o al menos intentarlo. Un PP que dilapidó la mayoría absoluta, que fue muy tibio con los casos de corrupción y que ahora necesita de los acuerdos.

Por otro lado, creo que el PSOE se equivoca, dando un no rotundo y definitivo a cualquier tipo de pacto o acuerdo de legislatura con el PP, entre otras razones porque ni siquiera se han sentado a negociar nada con los populares y así es muy difícil que salga cualquier acuerdo. La reunión que mantuvo Pedro Sánchez con Mariano Rajoy duró 20 minutos de reloj. Tiempo para darse un frío apretón de manos entre ambos y poco más.

El PSOE que ha cosechado los peores resultados de su historia debería apostar por el diálogo abierto en aras de la estabilidad, haciendo un ejercicio de madurez política, dejando a un lado los intereses particulares y los personalismos y pensando en el bien de España.

El anticipo de elecciones generales, que a tenor de lo visto es lo más probable que ocurra es el peor de los escenarios posibles, tanto para el PP como para el PSOE, que seguramente perderían el porcentaje de votos que tienen ahora mismo en favor del partido de Pablo Iglesias.