A través de una revista de caza me ha llegado un enlace para que, si lo considero oportuno, participe en una votación y vote si estoy a favor o en contra de que Facebook silencie o no las corridas de toros y las cacerías.

No soy partidario de entrar a contestar estas cuestiones. Quienes me conocen saben lo que pienso y con eso me basta, pero en este caso concreto sí que he querido participar en la macro encuesta y he votado un no rotundo a lo que considero un atentado contra la libertad de expresión; y vaya por delante que no me gustan las corridas de toros ni asisto a ellas, pero respeto a aquellos que les pueda gustar ir a los toros y compartir sus fotos o sus comentarios en Facebook o en cualquier otra red social.

Si de lo que se trata es de evitar imágenes que muestren maltrato animal --como puede ser un toro agonizante, la cabeza de una res tras una montería o media docena de perdices abatidas durante una jornada cinegética-- deberían retirar antes otras muchas que muestran verdaderas atrocidades con animales y que circulan por internet con absoluta impunidad.

En estos momentos la encuesta refleja que un 51% de los ciudadanos está en contra y un 49% a favor. Han votado un total de 24.065 personas. El 1% restante o no sabe o no contesta.

Tanto la caza como los toros están constantemente sometidos a cuestionamientos morales y éticos.

La caza es una actividad legal y regulada que practicamos cientos de miles de personas. Sólo en España somos más de un millón de cazadores federados.

Yo mismo he sido insultado y amenazado por colgar vídeos de caza en otra plataforma digital –Youtube-- como si fuera un auténtico terrorista. Finalmente tuve que retirar el video. La película en cuestión mostraba imágenes de una tirada de codorniz a tubo. Pero en ningún momento se mostraban imágenes de animales muertos, que pudieran herir la sensibilidad de nadie. Sin embargo tuve que soportar toda clase de insultos y amenazas.

Se da la circunstancia de que, en este caso concreto, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, es aficionado a la caza, pero aunque no lo fuera, qué hay de malo en mostrar unas simples fotografías. Por qué hay que considerarlas dentro del grupo de las prohíbidas como la pornografía. En Facebook participan colectivos como cazadores o taurinos, que gustan de intercambiarse fotografías y experiencias.

Ya lo dijo el maestro Sabina con gran acierto y de una manera muy gráfica. "No vayan a los toros si no quieren, pero dejen de tocarnos los cojones".