Hace tiempo escribí un artículo para este mismo periódico, en el cual explicaba, que la inmensa mayoría de los políticos de este país , tanto de un partido como de otro, son honestos y se dedican a la política para hacer el bien común y resolver los problemas de los ciudadanos y no para enriquecerse con el dinero de los demás. Sinceramente, creo que son una minoría, que manchan el buen nombre de la política con mayúsculas.

Las últimas noticias que hemos conocido estos días y que implican a una buena parte de la cúpula del PP valenciano no debe o, al menos, no debería manchar la honorabilidad y el buen trabajo de cientos de concejales, alcaldes, diputados y senadores, en este caso, del PP, que realizan su tarea en aras del bien común y que sienten estupor y verdadero asco por los casos de corrupción que salpican a su partido.

Quiero, por tanto, romper una lanza a favor de esos miles de simpatizantes y militantes del PP que asisten estupefactos al bochorno de una clase política, que se ha aprovechado de su condición pública para robar y delinquir, haciendo un gran daño al partido que decían representar y que utilizaban en beneficio de sus propios intereses y nunca del partido ni de los ciudadanos a los que decían representar. Me niego a aceptar que todos los políticos son unos chorizos y unos mangantes.

Afortunadamente, el Estado de Derecho funciona y lo estamos viendo estos días con la macroredada del PP o con el juicio a la infanta Cristina. Muchos pensaban que la hermana del Rey no se sentaría jamás en el banquillo de los acusados. No sólo está imputada sino que, además, se la ha denegado aplicarle la doctrina Botín, con lo cual es muy probable, que si la declaran culpable de los hechos que se le imputan termine entre rejas junto a su marido. Todos somos iguales ante la Ley. No es una frase hecha. Es la pura realidad. Aunque muchos de forma interesada lo siguen negando. La democracia española es sólida y fuerte. En otros regímenes políticos, donde la corrupción está instalada en todas las instituciones, esto sería impensable que ocurriera. La labor de los Tribunales de Justicia, de jueces y fiscales y de las fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: Guardia Civil y Policía Nacional funciona y todos debemos de felicitarnos, de que así sea.