El próximo 6 de febrero se celebra un nueva gala de los Goya, que este año cumple su trigésima edición. Confíemos que en esta ocasión no esté tan politizada como en ediciones anteriores y se hable de cine, que es de lo que se trata y lo que nos une e interesa. De las películas nominadas y de los premiados.

Los artistas (actores, actrices, directores, productores, montadores, compositores, guionistas etc) tienen todo el derecho a criticar la política cultural del gobierno de turno y no les falta razón, sobre todo, en lo referente al IVA cultural, sin embargo, no creo que sea ni el sitio ni el lugar ni el momento adecuado para hacerlo porque la gala se había convertido en un acto muy politizado donde los actores subían al escenario a soltar su particular arenga , bien para defender al pueblo Saharaui, machacar al gobierno o apoyar la plataforma antideshaucios, cuando de lo que se trata es de festejar la gran fiesta del cine y de potenciar el cine español, que, contrariamente, a lo que decía un Ministro, poco amigo de la cultura, es francamente bueno y de mucha calidad.

El encargado de presentar la ceremonia es de nuevo el actor Dani Rovira, con lo cual se prevé una gala divertida y con mucho humor como es habitual en el actor malagueño, cuya película "Ocho apellidos catalanes" no ha sido nominada, a pesar de haber batido récords en taquilla con 24,5 millones de euros de recaudación y casi 4 millones de espectadores .

A priori, lo mejorcito de este año, el Goya de Honor al prolífico director Mariano Ozores. Muy merecido.