Hace unos días el presidente del Gobierno en funciones Mariano Rajoy decía que no iba a pasar ni una más en referencia a los casos de corrupción.

Sólo unos días después de esta rotunda afirmación, que lejos de ir acompañada de hechos ha quedado solo en meras palabras, el PP hacia piña con la ex alcaldesa de Valencia, Rita Barberá para que no pierda su condición de aforada, ni siquiera en el caso de que se convocaran nuevas elecciones. Esta actitud cicatera del PP nos lleva a pensar en el temor que hay dentro del PP a que Rita estire de la manta.

Es un auténtico despropósito, que el PP siga mirando hacia otro lado y no tome medidas urgentes para limpiar el partido desde dentro, ya no sólo por respeto a los votantes y simpatizantes del PP sino por el bien de la democracia. De todos. Los ciudadanos de este país estamos hartos de tanta corrupción y de tanta impunidad.

El primer paso es acabar con los aforamientos, con esos privilegios que disfrutan los políticos y que muchas veces los hace inmunes e intocables ante la justicia, cuando la ley es igual para todos, políticos incluidos.

Es cierto que la ex alcaldesa de Valencia no está imputada y no ha sido llamada a declarar, de momento, en ningún juicio ,sin embargo, flaco favor le está haciendo a su partido, negándose a entregar su acta de senadora, que es lo que debería hacer de inmediato, si tuviera un mínimo de pudor y pensara más en el partido que en ella misma.

Las responsabilidades políticas hay que asumirlas desde el minuto cero, tanto si eres investigado como si no. Y en el caso de Rita Barberá hay mas sombras que luces.

Me gustaría creer a Mariano Rajoy cuando dice que va a ser inflexible con la corrupción, pero los hechos demuestran que nos está mintiendo de nuevo cómo cuando nos prometió que no subiría los impuestos. ¿Cómo creerte Mariano?.