No es verdad que Podemos quiera un gobierno progresista y reformista. Las exigencias que le quiere imponer al PSOE para formar un hipotético gobierno de coalición son inasumibles e inaceptables para los socialistas y los podemistas lo saben perfectamente.

Pablo Iglesias, que es arrogante y prepotente, pero de tonto no tiene un pelo, quiere vender a su electorado, que si fracasa el acuerdo será culpa del PSOE y no de ellos. Ya anticipó hace tiempo, que si gobierna el PP, sería gracias al PSOE.

Si Podemos quisiera, de verdad, llegar a acuerdos con el PSOE hubiera sido más flexible en sus propuestas y reivindicaciones y no han cambiado un ápice sus exigencias iniciales.

Saben perfectamente que el partido de Pedro Sánchez no va a aceptar ni por activa ni por pasiva que se celebre un referendum de autodeterminación en Cataluña, entre otras razones porque el comité federal del PSOE, ya le marcó el camino de la negociación y cuáles eran las líneas rojas que no debían sobrepasarse.

Podemos está forzando de manera inteligente ir de nuevo a otras elecciones ,sabedores como son , de que eso les podría beneficiar, ya que las encuestas le vaticinan unos buenos resultados, superando al PSOE y convirtiéndose en la segunda fuerza política. Si bien, el escenario político sería muy similar al de ahora, siendo de nuevo necesarios los pactos para gobernar.

Personalmente, me parecería una buena solución para el interés general del país, que si finalmente se confirma el acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos, que parece estar ya muy avanzado, el PP siendo generoso y en aras de la estabilidad que tanto preconiza, se abstuviera en la investidura de Pedro Sánchez y facilitara su nombramiento como presidente. Hay voces dentro del PP que apuestan por esta fórmula. También el ex presidente Felipe González se ha expresado en los mismos términos.

Si esto ocurriera que, además, es la opción preferida por los españoles habría un Parlamento lo suficientemente sólido y fuerte para acometer cuestiones inaplazables como la reforma constitucional, que requeriría un amplio consenso.

En el sistema parlamentario español gobierna quien consigue formar una mayoría y no necesariamente quien gana las elecciones, aunque hasta ahora siempre había sido así. El señor Rajoy no se quiso someter a la investidura al no contar con los apoyos suficientes y el Rey Felipe VI encargó a Pedro Sánchez que intentera formar de gobierno. Si el PSOE y Ciudadanos ratifican el acuerdo, bastaría la abstención a esta coalición. La pelota está ahora en el tejado de los populares.

Descartado el pacto PSOE-Podemos, la otra opción es la convocatoria de nuevas elecciones.