Al humorista César Cadaval, integrante de Los Morancos, lo han puesto a caer de un burro o a parir si ustedes lo prefieren, tras publicar en su twitter una fotografía en la que aparecía, rifle en mano, con un leopardo abatido. Los insultos y las amenazas no se han hecho esperar hasta el punto de que se ha visto obligado a eliminar la fotografía de su cuenta.

A raíz de este funesto episodio han salido los defensores de César Cadaval, con la oportuna pegatina Estamos contigo, César y por supuesto, los detractores, que juran y perjuran no volver a ver a Los Morancos ni en pintura. De hecho ha habido quien ha pedido a RTVE que no contrate en lo sucesivo al dúo humorístico. Quién? Compromís. Hasta este extremo han llegado las cosas.

De lo que no se han percatado los nacionalistas es que la fotografía fue tomada hace 4 años y el felino que aparece en la foto no lo cazó Cesar Cadaval sino un matrimonio portugués que estaba en Botsuana. Cadaval se encontraba en el país africano invitado por una empresa encargada de organizar safaris.

A mí que me gusta la caza y la practico desde hace años, suelo evitar salir en las fotografías con las piezas abatidas, en este caso de caza menor, o sea, perdices, conejos, liebres, torcaces. Por una cuestión de principios. No me gusta pavonearme con los cadaveres inertes de las especies abatidas. Pero respeto a quien quiera hacerse la foto y subirla a su Facebook o a donde estime más oportuno, sin que tenga que pedir perdón por ello porque la caza es una actividad legal y necesaria, por mucho que algunos quieran prohibirla, sin saber muy bien las consecuencias que tendría para el ecosistema y para el sostenimiento natural de las especies esa prohibición.

Yo también corrí una suerte parecida a la del humorista sevillano cuando se me ocurrió colgar un vídeo en youtube sobre una tirada de codorniz a máquina. Pero por educación y respeto a los lectores no voy a repetir aquí los insultos e improperios que me dedicaron mis amigos los anti caza y finalmente también opté por retirarlo para no comprometer a terceras personas que aparecían en el vídeo.