No puedo estar más de acuerdo con el editorial de El País de este fin de semana, donde, entre otras muchas cosas, afirma que si los políticos no son capaces de ponerse de acuerdo deberían irse a casa todos. Cierto porque están dando un espectáculo lamentable y penoso, impropio de quienes dicen defender los intereses de todos los ciudadanos.

Cuando está a punto de cumplirse el primer mes desde que se celebraran las elecciones y casi medio año desde las anteriores, los políticos siguen sin ponerse de acuerdo.

Como ciudadano espero y exijo de los políticos responsabilidad y sentido de Estado, sobre todo, en un momento tan delicado como el actual de graves dificultades económicas. Los políticos deberían anteponer los intereses generales a los particulares y no analizarlo únicamente en términos electorales o de votos.

Hasta el momento, el Partido Popular sólo ha obtenido el apoyo de Coalición Canaria y la abstención en la segunda votación de Ciudadanos. Sin embargo, la posición que adopte el PSOE, en un sentido u otro, es fundamental para desbloquear la situación de interinidad que vive el país.

Los partidos deberían reunirse a puerta cerrada el tiempo que haga falta y no levantarse de la mesa hasta que no lleguen a un acuerdo. No solo es necesario. Es también urgente porque no podemos demorar por más tiempo la formación de un gobierno, que tiene por delante un montón de cuestiones por abordar y que en estos momentos están paralizadas como es, por ejemplo, la negociación de un nuevo plan de estabilidad financiera con Bruselas, crucial para los intereses de España.

La falta de determinación y permanecer de brazos cruzados va a terminar pasando factura en términos económicos y sociales.

La nueva situación política exige generosidad por ambas partes y si el problema, al final, son las personas, que ello no sea obstáculo para alcanzar un acuerdo. En política la base debe ser siempre el diálogo permanente.

En España no ha gobernado nunca una gran coalición de partidos, como sí ocurre en otros países europeos, con notable éxito, por cierto.

El nuevo escenario político surgido de las elecciones obliga a entenderse. Pero parece que aqui todavía hay quien no se ha enterado.