Falta menos de un mes para que se abra la media veda. La Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente ha publicado recientemente la orden de vedas en la Comunidad Valenciana, con cierto retraso, por cierto. Otras Comunidades lo anunciaron mucho antes. Se podrá cazar la codorniz, la paloma torcaz (bravía y zurita) y la tórtola, los sábados y domingos del 15 de agosto al 13 de septiembre, ambos inclusive. En el caso de la tórtola europea se ha fijado un cupo máximo de 8 ejemplares. por cazador y día. También son piezas cazables, la urraca, el estornino, la grajilla, la corneja y el zorro.

Aunque Fontanars no es una zona donde abunde la paloma y menos aún la tórtola, suelen verse algunas bandadas de torcaces cuando están a punto de cosecharse los girasoles, que, prácticamente, coincide con los últimos días de veda, finales de septiembre, que es cuando la pipa está seca y es un manjar para los torcaces y las tórtolas. Se posan sobre la cabeza del girasol hasta que acaban con ella. Ahora todavía está muy tierna y buscan comida en otros cultivos.

La paloma es un ave migratoria, que viene durante el invierno del centro y norte de Europa y cruza el Pirineo, pero se ha hecho cada vez más sedentaria. Es frecuente verlas en parques y jardines de las grandes ciudades, donde no se las molesta.

Los alrededores de Madrid son un auténtico palomar. Está infectado.

En Fontanars nos tenemos que contentar con bastante menos, pero con un poco de suerte puedes pasarlo bien. Yo sin ir más lejos, el año pasado disfruté como un enano. Me puse en un campo de pipas, a punto de segar, que estaba pegado al monte y me colgué alguna que otra paloma. No tuve que madrugar mucho como cuando tienes que irte de viaje lejos y eso es una ventaja añadida porque te pilla más descansado y cuando se trata de tirar a la paloma torcaz es fundamental porque aunque estás en un puesto fijo, el calor y las horas que pasas dentro de la barraca te agotan.

Aunque la paloma es imprevisible y hasta el mismo día en que estás en el puesto no sabes con lo que te vas a encontrar. De un día a otro puede cambiar el panorama por completo. Si hay una tormenta la víspera, ya puedes olvidarte. Abandonan, incluso, los nidos y los pollos. Mejor volver otro día.

De ahí, que el factor suerte influya mucho en una buena o mala jornada de caza. Si vas a una cacería programada, donde hay medio centenar de puestos, no todos son iguales ni los resultados son tampoco los mismos porque los animales tienen su querencia, al margen de que uno pegue más o menos. Si las palomas están cebadas, ya ni les cuento.

Tienes que hacer muchos viajes y hartarte de mucha paciencia para acertar alguno.