No es la primera vez que el DAESH lanza amenazas contra España. Amenazas que deberíamos tomarnos muy en serio porque ya sabemos cómo actúa esta gente y de lo que son capaces.

Al -Ándalus está entre sus prioriddades.

Hablan de atentar en grandes aglomeraciones contra cristianos, judíos y homosexuales.

Últimamente han aparecido videos , infografías y textos propagandísticos en las redes sociales con mensajes traducidos al castellano, que apuntan directamente a España como uno de sus objetivos de sus acciones terroristas.

España que no se ha sumado a la coalición internacional, liderada por EEUU, como sí han hecho otros países europeos, para combatir al DAESH, se ha limitado, exclusivamente, a enviar tropas a Irak para el adiestramiento del ejército iraquí. Concretamente, hay desplegados 307 efectivos y hay previsto mandar otros 100 militares más a suelo iraquí. Una acción avalada por el Parlamento de la nación.

Tras los atentados del 11-M y el lógico miedo a que pudieran volver a repetirse, España ha preferido mantener una posición neutral en la lucha contra el DAESH, pensando, equivocadamente, que esta actitud de no beligerancia nos mantendría a salvo de ser objetivo nuevamente de los terroristas, sin entender, que la amenaza es global y no contra un país en concreto. Los islamistas radicales han declarado la guerra a la democracia, a la libertad, a nuestras señas de identidad y costumbres y a nuestro modo de vida. Y España, como Italia, Bélgica, Holanda, Francia o Alemania son objetivo de los terroristas.