Es cierto que ETA ha dejado de matar, tras el alto el fuego unilateral decretado por la banda terrorista hace ahora casi cinco años. Pero siendo importante que ETA ya no asesine ,nunca debieron hacerlo, no es suficiente para allanar el camino hacia la reconciliación.

Tal como denunciaba en su página de Facebook, la ex de UPYD, Rosa Díez, varios militantes de Vox han sido agredidos cuando se disponían a celebrar un acto político en Vitoria. Entre los asistentes se encontraban Ortega Lara y Ana Velasco. Ambos víctimas de ETA.

La verdadera paz llegará a Euskadi cuando no te pongan pintadas con un diana en tu casa por votar al PSOE o al PP y te llamen fascista o cuando no te revienten el chiringuito que has montado en la esquina de tu calle por no votar a la izquierda abertzale. Cuando camines por la calle sin miedo o vayas de vinos o de pinchos con los amigos y puedas hablar de política o de los que se antoje de la forma más natural del mundo, sin miedo a que te escuche la persona que tienes al lado.

Normalidad democrática significa que un ciudadano pueda votar libremente la opción política que más le convenza, sin que tenga que sufrir insultos ni vejaciones por ello.

Normalidad democrática completa habrá cuando se respeten las libertades individuales y colectivas de todos los ciudadanos, no solo de los que votan a EH- Bildu. También la de aquellos que votan otras opciones políticas distintas, legítimas igualmente, sin que tengan que ser estigmatizados por ello, ni te cuelguen la etiqueta de fascista. Fascistas son precisamente ellos, que no respetan a los que piensan de forma diferente y hasta hace poco, les pegaban un tiro en la nuca o les ponían una bomba lapa en el coche.

Normalidad democrática habrá cuando los asesinos de ETA pidan perdón a sus víctimas, reconozcan el daño causado y se arrepientan de los crímenes cometidos en nombre del pueblo vasco.

Normalidad democrática habrá cuando ETA se desmantele definitivamente, entregue las armas y todo el arsenal que todavía conserva.

Normalidad democrática habrá cuando hechos como este, sean condenados por todas las fuerzas políticas.

El grupo de radicales que ha boicoteado el acto de Vox en Vitoria, vociferaron, "Lo que tú necesitas es un tiro en la nuca", cuando intervenía Ortega Lara, el ex funcionario de prisiones que pasó 535 días de cautiverio enterrado bajo tierra en un zulo de apenas unos metros. Algunos de los que hablan de paz, aún desean pegarle un tiro en la nuca. Y como a él, a otros muchos, que no piensan como ellos.

Mientras ETA y su brazo político está en las instituciones; la gente normal, que cumple y acata las leyes, que no empuña armas bajo ninguna bandera ni anda deseando pegarle un tiro en la nuca a nadie , sigue sin poder expresar libremente lo que piensan porque unos energúmenos, que dicen hablar en nombre de paz, siguen impidiéndoselo mediante la coacción y las amenazas.

La verdadera paz llegará a Euskadi cuando se pueda ejercer la libertad, sin violencia de ningún tipo. Y esta libertad, de momento, solo la tienen unos cuantos. Precisamente, aquellos que nunca la respetaron y pisotearon la convivencia democrática.

Aunque no comparto el ideario político de Vox, quiero mandarles desde estas páginas, mi más sincera solidaridad, mucho ánimo y mi reconocimiento personal para que las cosas cambien finalmente en el País Vasco y en otras partes de España, donde los radicalismos están creciendo exponencialmente y poniendo en serio peligro la democracia.