Si finalmente se celebran de nuevo elecciones generales y el PSOE no cae en el error de pactar con la izquierda radical y los nacionalistas; sería cuanto menos una broma de mal gusto para los ciudadanos, que los actuales candidatos de los principales partidos, es decir, Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera volvieran a postularse otra vez como candidatos, después de haber demostrado todos ellos su incapacidad para llegar a acuerdos , tras casi un año de parálisis institucional.

Nos aprietan las tuercas por todos lados con recortes sociales y subida de impuestos y, por contra, nos permitimos el lujo de malgastar varios cientos de millones de euros en unas nuevas elecciones, las terceras en menos de un año, cuando hubiera sido suficiente que la clase política se entendiera para evitar ir a unos nuevos comicios y no tener que despilfarrar una pasta, que bien podría ir destinada a otros fines y no a unas nuevas elecciones, que podrían evitarse, si la clase política tuviera altura de miras y sentido de Estado.

¿Qué pasará si se repiten unos resultados similares, como las encuestas pronostican y tampoco hay acuerdo ni votos suficientes para formar una mayoría parlamentaria? ¿Vamos a tener que ir celebrando elecciones cada año hasta que los números cuadren para poder formar gobierno y el resultado satisfaga a sus señorías? ¿Cuántas elecciones van a ser necesarias hasta que sus señorías se aclaren? No parece serio, la verdad.