Empezaron riéndole las gracias y continúa con su histrionismo, su mal gusto y su falta de respeto y educación. Parece que su acta de diputado le da derecho a todo. También al insulto y a la descalificación permanente. Me refiero como no, al diputado de ERC, señor Rufián.

Por desgracia se ha hablado más de él, que del debate de investidura propiamente dicho. Rufián echó toda su mala baba, que no es poca contra los socialistas por su abstención en la investidura de Mariano Rajoy.

Rufián ha criticado con dureza que los socialistas se abstengan en la investidura de Rajoy, pero no le duelen prendas que su partido gobierne en coalición con la derecha nacionalista, la antigua CiU, salpicada por escándalos de corrupción.

Tuvo su minuto de gloria y ha sido portada en muchos medios de comunicación. Lástima que otras intervenciones de sus señorías mucho más edificantes pasaran desapercibidas.