Si los servicios de limpieza recogieran toda la basura que se acumula en las cunetas necesitarían dedicación absoluta y no habría camiones suficientes para recogerla. Es nauseabundo ver la cantidad de mierda que somos capaces de arrojar desde la ventanilla del coche, del camión o desde la propia bicicleta. Me gustaría pillar a alguno de estos ciclistas que van en la bici, pavoneándose de que no contaminan porque no van en coche y, sin embargo, lanzan la lata de bebidas energizantes, sin el menor pudor ni respeto hacia el medio ambiente. Eso, amigo ciclista, también es contaminar, por si no se había enterado usted.

Lo cierto es que somos muy incivilizados y nos falta bastante conciencia social, además, de mucha educación.

Desde latas de cerveza, condones, neumáticos, tapacubos, fármacos caducados, pilas o compresas hasta botellas de plástico con orín. Sí, han leído bien: botellas con orín!. Muchos camioneros, cuando les entran ganas de orinar prefieren hacerlo en una botella para no perder tiempo deteniéndose porque quieren llegar pronto al punto de destino antes que parar y buscar un aseo donde miccionar como dios manda, y menos mal que para lo segundo, sí que buscan aposento, entre otras razones porque no pueden hacerlo en la botella sino también recogeríamos sus mierdas embotelladas, como lo hacemos con sus orines. De todo se puede encontrar uno. Y lo digo, créanme, con conocimiento de causa porque soy de los que coge la bolsa de basura y recorre las cunetas que lindan con los campos de cultivo que tengo, retirando la porquería que otros han tirado porque de lo contrario sería un auténtico vertedero. Si uno deja de hacerlo unos días se acumula la basura y aquello parece un estercolero.

La DGT que, amablemente nos recuerda cuando el riesgo de incendio es mayor por las altas temperaturas, que arrojar colillas a la carretera está penalizado con la retirada de 4 puntos del carné de conducir, más la sanción económica correspondiente, también deberían hacer lo mismo con el que pillen tirando basura desde el coche. A ver si así al tocarles la cartera y un poco los cojones son más civilizados y piensan un poquito en los demás.