Los familiares de los agresores a dos agentes de la Guardia Civil en Alsasua han sido recibidos en el Congreso por Podemos y por grupos independentistas como ERC o EH Bildu y han redactado una manifiesto en apoyo a los radicales.

Recordemos los hechos. 15 de octubre de 2016. Dos agentes de la Guardia Civil que se encontraban fuera de servicio con sus respectivas parejas tomando unas copas fueron agredidos en la localidad navarra de Alsasua. Uno de los participantes en la reyerta identificó a uno de los agentes y se desencadenó la trifulca. Medio centenar de radicales abertzales se abalanzó sobre los agentes y sus parejas, propinándoles golpes y puñetazos.

No fue una pelea de bar. La justicia dictaminó que hubo incitación al odio y un delito de terrorismo y condenó a dos de los agresores, de los nueve detenidos. El resto fueron absueltos, sin cargos.

Podemos ha calificado de "víctimas" a los agresores y considera el juicio injusto y desproporcionado. Les ha faltado añadir político para completar el cúmulo de despropósitos.

Pretender equiparar a los agresores con los agredidos o a las víctimas con sus verdugos es un auténtico disparate, además de muy peligroso.

Nada que objetar a que Podemos se reúna donde quiera y con quien quiera, podría haberlo hecho en La Truerka, pero, desde luego, el Congreso de los Diputados no es el mejor lugar para hacerlo. Y puestos a reunirse ¿por qué no lo hicieron también con los agentes o sus familiares?