En un momento en que el terrorismo es la principal amenaza para todo el planeta, sobre todo, el terrorismo de corte islamista, Podemos ha presentado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para derogar del Código Penal, el delito de enaltecimiento y apología del terrorismo, que recoge el artículo 578 del Código Penal y que contempla penas de 1 a 5 años de cárcel.

Para la formación morada, que sacó 5 millones de votos en las últimas elecciones generales, este delito menoscaba la libertad de expresión.

Es decir, que si prospera la iniciativa parlamentaria de Podemos, humillar, insultar o mofarse de las víctimas del terrorismo dejará de ser delito. Pero no solo eso, también participar en actos que inciten a la violencia. No estamos hablando solo de tuits que pueden resultar ofensivos y de muy mal gusto como el de Guillermo Zapata o Cassandra, la tuitera de Murcia que se mofó del asesinato de Carrero Blanco, y que posiblemente no debieran tener una respuesta penal en nuestro ordenamiento jurídico, a pesar de la repugnancia que nos pueda producir escucharlas. Estamos hablando de algo mucho más serio e importante, como es el terrorismo.

Las redes sociales son un foco de radicalización, sobre todo, en el caso del terrorismo yihadista, que conviene controlar y regular para salvaguardar nuestros derechos.

Suprimir este artículo del Código Penal como pretende Podemos es una auténtica temeridad q da alas a los violentos y a los que jalonan el terrorismo en cualesquiera de sus formas