El cinismo de la izquierda de este país para no llamar a las cosas por su nombre es altamente preocupante y más cuando un partido como Podemos ,que legitima la tiranía en Venezuela ha sacado más de 5 millones de votos en las últimas elecciones generales y se postula como la tercera fuerza política de este país. No hace mucho tiempo que Pablo Iglesias decía sentir envidia de los españoles que viven en Venezuela. El otro modelo de su discurso económico era Syriza y Alexis Tsipras. País que ha sido rescatado varias veces y que está aplicando unos duros recortes, que ni la derecha de Nueva Democracia cuando gobernaba el país heleno.

Escuchar a cualquiera de sus dirigentes salir en defensa de un tirano como Nicolás Maduro, que acaba de perpetrar un golpe de Estado en su país, que encarcela a sus líderes opositores, que cesa a jueces y fiscales debería alarmarnos y preocuparnos y mucho porque Podemos, ya gobierna en algunas CCAA y Ayuntamientos. En muchos de ellos de la mano del PSOE.

El discurso marxista-leninista de Iglesias y sus acólitos, no se sostiene bajo ningún prisma. Un modelo que ha provocado ruina y miseria allí donde ha imperado.

La situación en Venezuela es de tal dramatismo, que puede generar en una guerra civil. Todo por culpa de un tipo como Maduro, que se niega a aceptar la derrota electoral y quiere conseguir con el uso de la fuerza, lo que no le han dado ni los votos ni las urnas.