Con la declaración unilateral de independencia aprobaba por el Parlament de Cataluña no solo se ha fragmentado la sociedad catalana aún más si cabe sino que se ha perpetrado un golpe contras las instituciones del Estado, que es inadmisible en cualquier democracia avanzada y plural como la nuestra.

El apoyo que ha recibido el Gobierno de todos los países europeos, también de América Latina, es una muestra de que no cabe una Cataluña separada de España y que Cataluña nunca será reconocida como un estado independiente dentro de la UE.

El ya ex president Puigdemont tenía en su mano la posibilidad de volver a la normalidad democrática, convocando elecciones anticipadas. Sin embargo, ha preferido ahondar más en la división y en el enfrentamiento con el Estado, saltándose las leyes.

La posición tanto de ERC como de la CUP era clara en este sentido de proclamar la DUI y la república catalana, sin embargo, algunos pensábamos que el ex president Puigdemont daría marcha atrás en sus pretensiones independentistas. No ha sido así y ahora le toca al Gobierno aplicar la ley con todas sus consecuencias para garantizar la unidad territorial de nuestro país. Mi respaldo más absoluto a todas las medidas que se adopten para preservar el estado de derecho.