Si pudiera votar en las elecciones del próximo día 21 ,mi voto sería para el PSC, por eso me gustaría creer a su secretario general, Miquel Iceta, que en mi opinión sería un magnífico president de la Generalitat de Cataluña por su tono conciliador y moderado, cuando dice que él no hará president ni a Puigdemont ni a Junqueras, pese a todas las teorías torticeras y conspiratorias que han apuntado en esta dirección. Entre otras razones, porque ni Cataluña ni España aguantarían cuatro años más de desafíos independentistas y de chantajes continuos al Estado.

El discurso de las fuerzas independentistas no ha cambiado un ápice en su formulación, por mucho que hayan acatado ahora el artículo 155 de la Constitución, en mi opinión una estrategia clara de defensa para salir de la cárcel y no es nada descartable, si ganan los comicios con una mayoría suficiente, una nueva DUI, pero esta vez avalada con el respaldo popular, pese a haber demonizado y restado legitimidad a estas elecciones "impuestas desde Madrid". Los hay quienes todavía dudan de que sea un proceso limpio.

Todas las encuestas vaticinan una alta participación en las elecciones del próximo día 21. Y ahí es dónde puede estar la clave para el triunfo del bloque constitucionalista. También en el voto útil para que no se reedite el tripartito de infausto recuerdo y nefastas consecuencias para todos que ha quebrantado la convivencia democrática.