Lo que no ha conseguido la diplomacia ni las sanciones económicas, está a punto de conseguirlo el deporte y es ver a las dos Coreas juntas y por una vez sin misiles de por medio. Corea del Norte y Corea del Sur desfilarán conjuntamente bajo una misma bandera en pro de la reunificación en los Juegos Olímpicos de Invierno que comienzan el próximo 9 de febrero en Pyeongchang. También el equipo femenino de hockey sobre hielo estará formado por deportistas de ambos países.

Puede resultar un gesto simbólico, pero es un gran paso en la buena dirección después de décadas de enfrentamientos, ensayos nucleares y continúas amenazas por parte del régimen de Pyongyang a su vecino del sur, aliado de EEUU.

Si el deporte ayuda a favorecer un clima de distensión entre ambos países, bienvenido sea. Y que gane el mejor! Ojalá todos los conflictos bélicos se pudieran resolver en un campo de fútbol o en una pista de hockey. Mejor nos iría a todos.