Había razones más que suficientes para desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa, pero no a cualquier precio.

La moción de censura presentada por Pedro Sánchez ha prosperado gracias al apoyo de grupos secesionistas e independentistas como ERC, Pdcat o Bildu, la formación política proetarra que sigue sin condenar los atentados terroristas.

Personalmente creí a Pedro Sánchez cuando dijo que no pactaría con los populismos ni con los independentistas. Sin embargo, los hechos han demostrado que está dispuesto a pactar con el diablo para llegar a la presidencia del Gobierno. Y así ha sido.

Muy difícil va a tener gobernar con 84 diputados, en un parlamento muy atomizado. Algunos que le han avalado en la moción de censura, como Compromís o Podemos ya han anunciado que vetarán los PGE, los mismos que el propio Sánchez tildó de antisociales y regresivos y que se comprometió a mantener el día de la moción de censura, seguramente para contentar a los nacionalistas vascos, que ya votaron afirmativamente cuando los presentó el PP.

Si el señor Sánchez piensa que los apoyos que ha recibido le van a salir gratis está muy equivocado. Todo tiene un precio y en política más. Veremos a ver hasta dónde está dispuesto a llegar, si es que quiere agotar la legislatura.

La felicitación de Nicolás Maduro al nuevo presidente del Gobierno Pedro Sánchez es un mal augurio de la nueva etapa que se abre en España con un gobierno socialista, pero en minoría y a merced de los grupos independetistas.Una felicitación de un dictador que no respeta las reglas del juego democrático como hemos tenido ocasión de comprobar recientemente en Venezuela en una farsa de elecciones presidenciales.